KEEP WALKING

Vale, es verdad que a veces las cosas no salen como queremos que salgan, pero ¿Solo por eso debemos agachar la cabeza y ponernos a llorar como niños a los que les hubieran quitado una piruleta? Cuando esas cosas pasan, cuando esa persona no te respondió como querías, cuando no supiste responder bien a la pregunta, cuando no diste el paso exacto, cuando tomaste decisiones precipitadas sin pensar en sus consecuencias o cuando simplemente no dijiste nada. Cuando algo, cualquier cosa salió mal o incluso todo lo que habías estado preparado, ¿Es justo para nosotros o para los demás pasarnos el día lamentándonos sobre lo que hicimos o deberíamos haber hecho? ¿Preguntándonos todo el tiempo lo que podría haber pasado? Lo pasado ya pasó, y como tal no se pueden cambiar, por eso algunas veces lo único que podemos hacer es levantar la cabeza y mirar hacia delante, con decisión, afrontar los errores que cometimos y caminar hacia lo desconocido con la única esperanza, con el único deseo de hacer las cosas mejor, esperar que esta vez respondamos sinceramente, a que demos el paso en la baldosa correcta, a que digamos si seguros de ello, a perdonar a esa persona, a decirlo todo de una vez… Porque que nos equivoquemos no significa que todo está acabado sino que aún nos queda un largo camino por recorrer y que ahora lo haremos más maduros, más sabios, aprendiendo a ver el mundo desde otro punto de vista, estando seguros de nosotros mismos y afrontando las cosas de otra manera.